Cuando un cliente vuelve a un negocio es porque hubo algo que lo cautivó. Bajo esa filosofía nació la pollería Kely’s, que tiene como mayor diferencial la sazón de sus pollos a la brasa, plato bandera de la marca desde junio del 2001.
Henry Huayta siempre fue un excelente cocinero, cualidad que supo aprovechar y plasmar en un emprendimiento que inició junto a su prima Esther, administradora de profesión, hace 20 años. Ambos decidieron abrir una pollería y se convencieron, además, de darle un sabor distinto y agradable al paladar.
De esta manera, nace Kely’s. En un inicio, solo contaban con unas cuantas mesas ubicadas al lado de una conocida pollería que cada día atraía a muchos vecinos del barrio de Santa Anita. Una vez, en un Día del Padre, la lista de espera para ingresar a este último lugar era extensa. Había varias personas en la cola y muchas de ellas no querían seguir esperando. Fue así como le dieron una oportunidad al pequeño emprendimiento del costado: Kely’s.
La primera impresión que se llevaron los clientes aquel día fue crucial para que comenzara una cadena de recomendaciones entre las personas del barrio. “La satisfacción de nuestros primeros clientes nos motivó a seguir cocinando y creciendo”, cuenta Henry Huayta, gerente del restaurante.
Hoy, el pequeño emprendimiento familiar que contaba con unas cuantas mesas quedó en el recuerdo. La pollería cuenta con cinco locales entre los distritos de San Juan de Lurigancho, Ate Vitarte, Los Olivos y Santa Anita. Y la clave, como hace 20 años, es la sazón y la calidad de los insumos. “Si los clientes hacen algún reclamo, no va a ser por la calidad del producto que ofrecemos, porque esa es una de nuestras fortalezas”, comenta Huayta.
Esther y Henry Huayta, fundadores de pollerías Kely´s.
Hora de reinventarse
Henry dejó de cocinar en Kely’s y se dedicó a buscar proveedores para el negocio. Fue así como se contactó con nosotros y nuestro programa Crecemos Juntos.
Lo que más valora del soporte que recibió, cuando se activó la cuarentena, fue la facilidad de crédito y distribución, además de los descuentos y beneficios. “Empezamos con la compra de aceites, que es nuestro ingrediente principal en la pollería, pero hoy nuestra lista de productos es más larga”, señala el gerente.
Por otro lado, el delivery fue uno de los canales que mantuvo con vida al negocio. Los clientes podían hacer sus compras a través de su central de pedidos, y eso los ayudó durante la pandemia.
Pero hubo un detalle que dejaron pasar y, gracias a nuestras asesorías, pudieron sacarlo a flote: la presencia en redes sociales. “Cuando sucedió la pandemia fue la etapa más dura porque nos habíamos acostumbrado al boca a boca y descuidamos el trabajo virtual”, reconoce Henry.
La necesidad de estar cerca de sus clientes hizo que Kely’s solicite capacitaciones de Marketing Digital sobre gestión de redes sociales, tanto en Facebook como Instagram, redes con las que ya contaba y que con nosotros pudo mejorar.
Asesorarse y pensar siempre en el cliente permitió a Kely´s seguir operando.
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Consejo al emprendedor
“Cuando se hace un negocio, se debe formalizar. Más allá de que sea lo correcto, te abre muchas puertas como empresario”.
Henry Huayta, gerente de Kely’s.