28 de Mayo de 2021

Rolando Torres ha vivido en carne propia lo que es sacar adelante una empresa contra viento y marea, caerse y volver a levantarse, sumar nuevos locales en momentos de bonanza y perderlos luego por una crisis económica.

En La Punta, Callao, dirige Donde Yolo, negocio que alguna vez fue de sus padres, hace ya más de 30 años, cuando se llamaba Olas Bravas. El ADN de ese emprendimiento se mantiene hasta hoy, después de que Torres tomara las riendas en 2011 y lo rebautizara con su sobrenombre de niño.

Rolando Torres, fundador de Donde Yolo.

Incursionando en nuevos formatos para sobrevivir

Tienes que darle tiempo, sacrificio. No es nada fácil comenzar y crecer rápidamente. Es una cuestión de esfuerzo y perseverancia”, afirma Rolando.

Dos de sus locales –en San Miguel y Minka– tuvieron que ser cerrados durante la pandemia. Hoy Donde Yolo se aferra a su cuna, en el puerto, donde se atiende en dos restaurantes y donde Rolando vive desde hace más de 25 años.

La inmovilización social obligó a los negocios a cerrar varios meses del 2020 y, luego, a partir de la segunda mitad del año, adaptarse, cambiar, innovar y reinventarse fueron acciones imprescindibles.

El delivery surgió entonces como un servicio fundamental, pese a que no era una solución que equiparara los ingresos pre-pandemia. “Más que por las ganancias, lo implementamos para poder cumplir con los colaboradores y mantenernos como marca”, explica.

Pero también fue retador volver a la atención en los locales. “El reto más importante ha sido crear conciencia en la gente que regresaba al restaurante, preocupada de si se podía contagiar del virus”, comenta. “Y hacer cosas que no se habían dado antes, como los protocolos de bioseguridad que pedía el gobierno, para que los comensales puedan volver a confiar en nosotros. Y eso, sumado a continuar brindando un buen servicio al cliente, atención y comida”, agrega.

Emprendedores en constante capacitación

Rolando siempre quiso tener un negocio propio y sabe que para salir adelante lo tiene que hacer en equipo. Por eso, se entusiasma al hablar de las capacitaciones que reciben los trabajadores de sus restaurantes. Por ejemplo, nosotros venimos acompañándolos desde hace alrededor de 10 años y se ha podido capacitar a los cocineros en temas de qué productos usar para cada comida, además de brindarles información útil sobre bioseguridad y manejo de negocio durante la pandemia.


Donde Yolo, se reinventó para seguir ofreciendo los mejores platos a todos sus clientes.

Yo siempre he querido que los proveedores me atiendan directamente. Antes hacía todas las compras en el mercado. Alicorp llegó a nosotros y estoy muy contento con ellos, tienen productos de muy buena calidad y me atienden bien”, cuenta.

Rolando cuelga el teléfono y seguirá remando el barco para que Donde Yolo se mantenga en buen puerto, en su querida La Punta, y que sus clientes y más personas puedan saborear sus platos a base de pescados y mariscos, como el tiradito y el cebiche Donde Yolo, o sus platillos a base de pasta, carne y pollo.

Un negocio de comida requiere mucho sacrificio y perseverancia. El factor de atención, servicio y comprensión a los comensales es muy importante. A veces hay épocas difíciles, pero no puedes venirte abajo. Hay que ser siempre positivos y constantes”, reflexiona este empresario a modo de consejo para todos los emprendedores del país.

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